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Muñeco Magico Midhir 75 cm. (Astucia, Fortuna en el juego) (Elfos)
Muñeco Magico Midhir 75 cm. (Astucia, Fortuna en el juego) (Elfos)
Referencia: EL40503

Los Elfos fueron los primeros en despertar. Cuando cobraron vida, lo primero que percibieron fue el bosque bajo la luz de las nuevas estrellas. Por eso, los elfos aman sobre todo la naturaleza y las estrellas. Son una raza noble y agraciada de seres inmortales que se parecen a los hombres, pero que brillan con una luz interior que revela un espíritu de pensamientos y dones únicos.
Estos pequeños seres son muy ágiles y no suelen dejar huellas por donde caminan. Físicamente tienen una apariencia amable, pero esconden grandes poderes, siendo inmunes a las temperaturas extremas y a las enfermedades. No necesitan dormir mucho, tres horas diarias son suficientes. Son inmortales y envejecen de forma casi imperceptible. Normalmente sólo mueren por dos causas: la violencia o por la pérdida de interés hacia el mundo. En este último caso, el elfo, al perder la voluntad de vivir, progresivamente va siendo destruido por la pena.
Los elfos ven en una noche estrellada tan bien como un humano en pleno día.
Su sentido del oído es también magnífico y sin duda tiene mucho que ver con sus habilidades musicales.
Poco a poco, nuestra brutalidad desalmada ha ido arrasando los bosques, secando nuestras fuentes y contaminando los ríos. Nuestros pequeños amigos, tristes y desolados, han tenido que ocultarse y ya sólo se les puede ver fugazmente.
A tu elfo siempre le acompañará su piedra mágica-semipreciosa, junto con algunas plantas y semillas; si no lleva estos elementos no es un verdadero elfo. Coge la piedra, frótala entre tus manos, cierra los ojos y te trasladarás a su mundo.
Este elfo desea que hagas de tu casa un hogar para él y no olvides que si eres su amigo te protegerá.

ELFOS CELTAS
Perdida en la memoria se encuentra una época que quiere renacer.
Tras los árboles, entre ríos y lagos, el color verde del bosque; se esconde un secreto mundo que late oculto ajeno al tiempo.
Entre el sueño y la realidad, la niebla apenas permite ver antiguas fortalezas pobladas de seres que siguen alimentando nuestra imaginación

MIDHIR

Un día Midhir se enamoró de la esposa de un rey irlandés llamado Eochaïd. Ésta aceptó marcharse con él con la condición de que su marido estuviese de acuerdo. Al día siguiente Midhir se presentó en el palacio del rey y le propuso jugar al “fidchell”, juego en el que el rey se jactaba de ser el mejor. La apuesta se fijó en cincuenta veloces caballos y Midhir perdió. El segundo día la apuesta del juego se fijó en cincuenta navíos y, de nuevo, ganó el rey. El tercer día, cuando Echoaïd preguntó: “¿cuál es la apuesta?”. Midhir respondió “Lo que el ganador pida”[...] ¿Adivináis cómo continúa? Tenerlo contigo te dará la astucia necesaria para triunfar en la vida[...]. .